LA MORADA FILÓSOFOS CITADOS POR LA AUTORA

LA MORADA
FILOSOFOS CITADOS POR LA AUTORA
Lévinas:
“La subjetividad se origina en la independencia y en la soberanía del gozo”… “El gozo es la producción de un ser que nace, que rompe la tranquilidad de su existencia seminal o uterina para encerrarse en una persona, la cual viviendo del mundo, vive en su casa”.
Uno forma su persona su forma de ser en base al “gozo” de su casa, de su hogar, del lugar donde puede ser uno mismo sin miedo, donde puede trascender. Y todo esto empieza des que comenzamos a vivir en el mundo, cada momento que vivimos en el mundo nos deja experiencias que van contribuyendo a la formación de nuestra persona, y es eso lo que se refleja en nuestra casa.
“… El ser separado debe poder recogerse y tener representación. El recogimiento y la representación se producen concretamente como habitación en una morada o casa”
La habitación, la casa, el hogar de uno es ese lugar privado donde uno puede, relajarse y restablecerse, recoger lo que es y reflexionar, es ahí donde se representa lo que uno mismo es en realidad.
“El recogimiento necesario para que la naturaleza pueda ser representada y trabajada, para que se perfile solo como mundo, se realiza como casa. El hombre está en el mundo como habiendo venido desde un dominio privado, desde un “en lo de sí”, al que puede retirarse en todo momento.”
La morada entonces es ese lugar privado, al que podemos volver a descansar, a reflexionar, a trascender…
“Las cosas de las que vivimos no son instrumentos, ni aun utensilios en el sentido Heideggeriano del término. Su existencia no se agota en el esquematismo de utilitario que los diseña… son siempre, en cierta medida… objetos del gozo que se ofrecen al gusto ya adornados, embellecidos.”

“El movimiento por el cual uno se edifica su casa, abre y asegura la interioridad, se constituye en un movimiento por el cual el ser separado se recoge.”
Lo que entiendo por esta cita, es que a la hora de levantar lo que va a ser TU casa, tu hogar, tu morada, uno se recoge para plasmar lo que es en esa morada, para poder identificarse con ella.
“… remite a su interioridad esencial y al habitante que la habita antes que todo habitante, al que recibe por excelencia, al recibir en sí; al ser femenino.”. “La mujer es la condición del recogimiento, de la interioridad, de la Casa y de la habitación”. “… la ausencia empírica del ser humano del sexo femenino en una morada no cambia en nada la dimensión de feminidad que permanece abierta aquí, con el recibimiento mismo de la morada.”
Todo hogar, para llegar a un nivel de intimidad y comodidad, debe tener en si ese toque maternal que ofrece la feminidad. No es que deba haber, si o si, una presencia femenina física en el lugar, sino soló que se logre esa sensación, como la que un bebe tiene cuando esta con su madre, esa comodidad y tranquilidad por la que todo ser pasa cuando comienza su vida. Otorgando al o a los habitantes de dicha morada un nivel de confort mas alto.
“Existir significa, a partir de aquí, morar. Morar no es precisamente el simple hecho de la realidad anónima de un ser arrojado a la existencia como una piedra que se lanza hacia atrás. Es un recogimiento, una ida hacia sí, una retirada hacia su casa, como a una tierra de asilo, que corresponde a una hospitalidad, a una espera, a un recibimiento humano.”
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“La familiaridad y la intimidad se producen como una dulzura que se expande sobre la faz de las cosas.”
Todo aquello a lo que consideramos familiar o íntimo es algo que se relaciona con nosotros de una forma amistosa, que genera en nuestro interior una sensación parecida a la de estar en casa. Algo que tiene un sentido amigable, bueno, “dulce” que podemos reconocer como parte de nuestra vida, de nuestro ser.
“Al circular entre la visibilidad y la invisibilidad, está siempre a punto de partir para lo interior, de lo cual su casa o su región o sus tiendas, o su caverna, es el vestíbulo.”
Lo interior de cada uno, el lugar donde somos nosotros mismos, no se puede hallar sino se encuentra uno primero en su hogar, en ese lugar como donde uno se siente a salvo del mundo, por eso es correcto decir que la casa es el vestíbulo de nuestra interioridad, es el primer paso para llegar a la misma.
Amos Rapoport:
“Desde hace mucho tiempo la casa es para el hombre [primitivo], algo más que un techo y casi desde el principio, la función era mucho más que un concepto físico o utilitario.”
Obviamente la casa no es solo un techo donde pasar la noche. La casa es ese lugar donde uno puede bajar la guardia, relajarse, descansar y trascender, sin miedo al exterior. Un lugar donde podemos reflexionar sobre lo que vivimos en el exterior y formar así mejor nuestra persona.
Carl Gustav Jung:
“… un seno materno o una figura maternal en la cual podía volver a ser lo que soy, lo que fui y lo que seré.”
Carl, como los anteriores, tiene por casa a ese lugar donde uno puede volver a refugiarse, como un niño con su madre. Un lugar donde puede reflexionar del pasado, el presente y aplicarlo al futuro.
Kant:
“Estar en casa es reconocer la lentitud de la vida y el placer de la meditación inmóvil. (…) La identidad del hombre es por tanto domiciliaria, y esa es la razón de que el revolucionario, el que carece de hogar y de morada, y que tampoco, por tanto, ni fe ni ley, condesa en sí mismo toda angustia de la errabundez. (…) El hombre de ninguna parte es un criminal en potencia”.
El tener un hogar te da identidad, te identifica ante los demás y a gran escala te genera una relación con aquellos que también viven ahí, por lo cual también dice que aquel hombre sin casa es en potencia un posible criminal, debido que en su búsqueda de un hogar, de una identidad puede llegar a hacer cualquier cosa.
Heidegger:
“Ser hombre significa estar en la tierra como mortal, significa: habitar… el hombre es en la medida en que habita”. “habitar es el rasgo fundamental del ser según el cual son los mortales”.
Heidegger dice que el ser hombre es habitar, es estar viviendo en el lugar, el hombre se hace de acuerdo a sus experiencias de vida en su habitar de este mundo, el tiempo que se le ha conferido, ya somos seres mortales y no poseemos todo el tiempo del mundo. Por eso el vivir, el habitar es un rasgo característico, por al ser mortales tenesmos un tiempo corto para hacernos de una identidad y vivir.
“el habitar del hombre descansa en el medir la dimensión, mirando hacia arriba, una dimensión a la que pertenecen tanto el cielo como la tierra.”
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Víctor Manuel Ortiz:
“… la casa encarna generalmente su pequeño mundo donde formado su ambiente inmediato, se forma a si mismo…”
Como ya se dijo, la casa es ese lugar donde uno se siente a salvo del mundo exterior y donde uno puede resguardarse, la casa en otras palabras es “nuestro pequeño mundo” donde nosotros conocemos todo y sabemos como son las cosas, donde no hay problemas ni sorpresas que puedan dañarnos.
Edward T. Hall:
“Para la territorialidad es condición básica un sentido nítido de los límites que marcan la distancia que ha de mantenerse entre individuos.”
Enfocándonos al tema de la casa, de la morada, podemos decir que para poder desarrollar bien la casa tenemos que tener claro cuáles son los alcances que tenemos, y las personas para las que esa casa va dirigida.
Mircea Eliade:
“Por una parte, existe el espacio hecho cosmos, porque [esta] habitado y organizado, por otra parte, al exterior de este espacio familiar, existe la región desconocida y temible de los demonios, de las larvas, de los muertos, de los extranjeros; en una palabra, caos, muerte, noche.”

Ese cosmos ordenado y habitado es nuestra casa, el lugar donde estamos tranquilos, nos sentimos bien y a salvo, donde conocemos la organización de las cosas y podemos relajarnos. Y por otro lado, la región desconocida, es el mundo exterior, todo lo que nos rodea, a lo que nos enfrentamos todos los días al salir del confort y comodidad de nuestras casas.

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